La era pospandémica trajo un aceleramiento brutal en el trabajo remoto y en las tecnologías que facilitan el trabajo desde casa. Esto trajo consigo una variedad de beneficios, como la flexibilidad y la eficiencia, también dio lugar a que se establezcan algunos problemas de exceso de uso de las pantallas. Pasamos horas sentados frente a la computadora, con nuestra energía agotada y la atención cada vez mas fragmentada.

El impacto del uso excesivo de pantallas

Hoy en día en Argentina, el 92% de los habitantes tiene acceso a internet y 89 de cada 100 adultos tiene celular. Estas cifras muestran un gran avance en términos de conectividad, pero también establecen el desafío de gestionar la técnología para que ella no termine dominando y moldeando nuestras vidas, sino que nosotros la dominemos y la usemos como una herramienta útil.

Según el informe think tank alemán Next Work Innovation los empleados son interrumpidos una media de 15 veces por hora. Esto equivale a una interrupción cada cuatro minutos. Esto no solo afecta a nuestra productividad, también se paga un alto costo en términos de salud mental. Demasiado tiempo con las pantallas puede provocarnos complicaciones como ansiedad, depresión y trastornos del sueño. La luz azul de las pantallas de los dispositivos electrónicos interfiere con nuestro ritmo circadiano, lo que empeora la calidad y la cantidad de sueño. Una encuesta de la National Sleep Foundation descubrió que el 90 por ciento de los adultos en Estados Unidos dicen que usan algún tipo de dispositivo electrónico dentro de la hora anterior a acostarse, contribuyendo a la crisis del insomnio. 

Las relaciones personales tampoco están a salvo. Cada minuto que pasamos frente a un dispositivo es un minuto menos que perdemos interactuando con nuestros seres queridos.

Pero hay luz al final del túnel, y por eso hoy traigo algunas ideas y herramientas que te van a ayudar a dominar el uso de la tecnología y que puedas disfrutar mas de tu trabajo y de tu vida personal.

¿Cómo dominar las pantallas?

Es fácil que todo esto te haga sentir abrumado, pero hay formas de recuperar el control. Una de las estrategias clave es establecer límites digitales. Esto incluye tiempos específicos a lo largo del día para el uso de dispositivos y tiempos específicos de desconexión, con el tiempo suficiente antes de ir a dormir.

Otra estrategia es la desconexión digital o “detox digital”. Se trata de tomar un descanso de todas las pantallas de vez en cuando, ya sea un día completo sin pantallas a la semana o una hora específica del día para la desconexión. La desconexión digital no solo es buena para nuestra salud mental, sino que también nos pone en contacto con el mundo que nos rodea y con las personas que nos rodean.

Un tip que parece obvio pero no muchos de nosotros lo ponemos en práctica es: apagar el bendito celular!!! Lo imaginaste? Que pensamientos se te vinieron a la mente?

• “Pero si apago el celular como me van a contactar si hay una emergencia?” 

• “Si alguien necesita algo como me voy a enterar?” 

• “Estoy esperando un mensaje de tal persona, si apago el celular va a pensar que me pasó algo al no tener las dos tildes en WhatsApp”

Todas esas preocupaciones tienen algo de verdad, pero si los tuviste, es un indicador de que tenes cierta dependencia al celular. Incluso si alguna vez te planteaste eliminar Instagram o alguna otra red social para poder “enfocarte mas” y no pudiste, o si lo hiciste pero al poco tiempo volviste a instalarla, probablemente estés enfrentando una adicción a las pantallas.

Productividad en la era digital

En promedio las personas desbloqueamos el celular 80 veces por dia, si permanecemos 14 horas despiertos diarias, esto equivale a unas 6 veces por hora. En LATAM las personas gastan un promedio de 3 horas y media al día en redes sociales. Los latinos solemos decir la frase “es que no tengo tiempo”, pero la verdad, es que se nos va en pantallas.

Acá es donde la técnica pomodoro puede ser muy útil para el enfoque. Se basa en poner un temporizador durante 25 minutos (notificaciones apagadas, si es posible celular apagado) y trabajar libre de distracciones. Luego cuando terminan los 25 minutos, hacer una pausa de 5 minutos. Este ciclo se repite hasta completar el objetivo o tarea que te hayas propuesto. Es simple, efectivo y te ayuda a estar enfocado y desintoxicarte.

Diagnóstico de dependencia

Por último, es importante hacer un diagnóstico de tu nivel de dependencia a las pantallas. Te dejo una lista de 10 apps que pueden ayudar a medir tus distracciones y tu tiempo en pantalla: 

1. Quality Time

   • Ofrece estadísticas en tiempo real sobre el uso de aplicaciones y permite establecer restricciones.

2. Your Hour

   • Proporciona un seguimiento detallado del uso del teléfono, con una interfaz sencilla y funciones para gestionar la adicción.

3. Checky

   • Cuantifica cuántas veces desbloqueas tu pantalla al día, proporcionando datos sobre el uso de aplicaciones.

4. Forest

   • Combina productividad con un juego, donde al evitar el uso del teléfono, puedes hacer crecer un árbol virtual.

5. Quantum

   • Muestra el tiempo total de uso del smartphone y estadísticas sobre notificaciones y aplicaciones utilizadas.

6. Antisocial

   • Compara tu tiempo de uso con el de otros y ofrece herramientas para administrar y bloquear aplicaciones.

7. Tiempo de Pantalla (Screen Time)

   • Informa sobre el tiempo diario o semanal en cada aplicación y permite establecer límites de uso.

8. ActionDash

   • Permite ver el tiempo que pasas en cada aplicación y establecer límites, además de registrar la frecuencia con la que desbloqueas el dispositivo.

9. Focus Plant

   • Gamifica el proceso de desconexión, recompensando a los usuarios por pasar tiempo alejados del dispositivo.

10. AppBlock

    • Bloquea temporalmente aplicaciones y sitios web que distraen, ayudando a gestionar el tiempo en pantalla.

Dominar nuestras pantallas no es solo una cuestión de productividad. Es una oportunidad para que puedas tomar acciones que reduzcan tu dependencia a las pantallas y ser una persona mas presente. Presente con tus amigos, con tus familiares, con tu pareja, con tu esposa, con vos mismo e incluso con Dios.

La verdadera conexión a veces requiere desconexión.