Dios permitirá
algunos fracasos en tu vida,
para que puedas comprender
el oro de la constancia.

Dios permitirá
que puertas se cierren delante tuyo,
para que cuando se abra la indicada
sepas que Él es soberano.

Dios permitirá
tiempos de dura adversidad,
para que entiendas,
lo que es esencial para vivir.

Dios permitirá
que no todas las semillas den fruto
para que entiendas
que en Sus manos está el éxito.

Dios permitirá
el ardor del desierto en tu vida
para que entiendas
que solo Él sacia la sed del alma.

Dios permitirá
que sufras una injusticia
para que entiendas
como quieres que te traten, y así hacerlo a otros.

Todo esto Dios lo permite
porque el ser humano no comprende
-ni son abiertos sus ojos-
a menos que lo viva y experimente.

Todo esto Dios lo permite,
para que el ser humano aprenda
que nada se escapa de Sus manos
y nada hallaremos después de Él.