Como cristiano evangélico (protestante), el conocimiento de la historia de la iglesia que tuve por años consistió en el libro de los Hechos, y luego, algunos "avivamientos" y divisiones denominacionales partiendo de la reforma protestante en adelante. Realmente muy poco.

Sé que debe haber muchas excepciones, pero creo que la mayoría de los que estén leyendo esto pueden decir lo mismo. Hay 1400 años de historia entre la iglesia de los Hechos y la Reforma, que contienen una riqueza incomparable, pero muchas veces la ignoramos. Sabemos muy poco de que pasó en la iglesia hasta la reforma de Lutero, y quienes fueron los grandes héroes de la fe durante esos cientos de años.

El protestantismo al nacer como una reacción al catolicismo romano de esa época, suele rechazar todo lo que nos parezca “católico”, pero la verdad es que no deja de ser nuestra historia, y por supuesto está repleta de movimientos, eventos y hombres y mujeres que marcaron su generación con la manifestación de Jesucristo en ellos. La iglesia no es una institución, ni una denominación.
Recordamos que la iglesia somos el cuerpo de Cristo y por lo tanto conocer su historia es conocer a Jesús y conocernos a nosotros mismos.

Hay preguntas y debates teológicos que nos estorban personalmente y nos dividen entre nosotros, que ya fueron abordados en concilios hace siglos. 

Hay manifestaciones sobrenaturales del Espíritu que ofenden a muchos en la actualidad, cuando fueron señales de la iglesia en todas sus generaciones. 

Hay herejías que aceptamos como verdad, por no saber que son las mismas que vuelven a surgir una y otra vez actualizadas a la cultura del momento.

Hay revelaciones genuinas que rechazamos por temor a lo nuevo, sin saber que son más antiguas de lo que pensamos.

Es bueno que no solo conozcamos la historia, sino también la anchura y diversidad de la iglesia actualmente. Así como la iglesia católica romana necesitó esa reforma en el siglo XVI, nosotros también necesitamos del resto del cuerpo de Cristo para nutrirnos. Por ejemplo, la iglesia ortodoxa, a la cual prácticamente desconocemos por estos lados, nada tuvo que ver con Roma y la reforma de la cual surgimos.

Los cristianos en todo el mundo se dividen en 3 grandes grupos: Ortodoxos, Católicos y Protestantes, y dentro de ellos, miles de denominaciones. Las formas y tradiciones pueden variar, y aunque cada uno cree y afirma que es la única iglesia verdadera, lo que nos une a todos es el cuerpo de Jesús muriendo en la cruz y resucitando al tercer día.

Dejo un mapa resumido de la historia y diversidad de la iglesia para el que le interese indagar un poco:

Podemos estar en desacuerdo con muchas cosas de otras denominaciones, pero lo que nos une es mucho mayor. Por eso la historia es necesaria, porque nos ayuda a encontrar los puntos en común, rastreamos las causas de las divisiones, pensamos e interpreatamos pero sobre todo recuperamos y honramos el legado precioso, de muchas generaciones amando y sirviendo a Cristo, el hijo del Dios vivo.