El show fue impresionante, tocaron casi todos los clásicos y cerraron con un temazo de Los Beatles. Noche redonda. Al otro día teníamos un examen de historia en la escuela, cumplía años mi abuela, y la vida siguió con un montón de cambios. 

Desde ese momento para acá pasó de todo: mi hermano tuvo sobrinas, el espartaco vive en Mar del Plata, con Llambi no somos socios como en aquella época, creo que ambos aprobamos ese examen de historia del día posterior, pero también estudié en la universidad, no la terminé, me casé, pasé por muchos trabajos y la pandemia casi me mata. Y también, Oasis se separó. 

15 años después, durante una madrugada argentina, con una foto de los dos juntos, se anunció la vuelta de la banda. Y Twitter explotó. Primero surge la emoción. La alegría de que se junten, de que vengan a tocar al país, de poder escuchar esos temas en vivo una vez más y de ver a los hermanos juntos de nuevo. Segundo, las dudas. ¿Oasis es tan popular? ¿De dónde salieron tantos fanáticos? ¿Por qué tanto hay tanto ruido, si cuando se separaron no hubo tanto revuelo?

La respuesta es sencilla: el mundo es completamente distinto 15 años después. Desde su separación pasaron muchos años y cambios en el medio. Yo ya no soy el mismo, el espartaco no es el mismo, los hermanos Gallagher tampoco son los mismos e incluso Twitter no es el mismo. La comunidad de Twitter Argentina era incipiente en 2009. Hoy Twitter, o ahora X,  es un microclima en sí mismo que nos hace cuestionar el tamaño de las cosas. 

Nadie vio venir el impacto de la vuelta de Oasis. Nadie esperaba la catarata de twits que hubo al respecto, las respuestas del twitter Liam a todos los que le preguntaban qué onda, ni que gente de todo el mundo esté haciendo filas virtuales de madrugada para conseguir entradas para ver a la banda en Londres. Por eso muchos, que la juegan de haters se animaron a preguntar: “¿Es Oasis una banda tan grande como para que haya tanto revuelo? La respuesta es mucho más que un “sí”. 

Sus canciones son himnos. Se cantan en las canchas, en los bares, y hasta en protestas ciudadanas. “Live forever” fue un emblema luego de los atentados terroristas en Manchester. “Dont look back in anger” se cantó luego de un minuto de silencio por las víctimas de los atentados. “Rock and Roll star” es la banda sonora de las mejores jugadas de la Premier League. Y tal vez todo esto solo explique su éxito en Inglaterra. Pero todos los que alguna vez agarramos una guitarra intentamos aprender “Wonderwall” en una de las primeras lecciones. 

Oasis es una banda universal. Y más allá de que, por los tiempos que corren, hay mucha gente que se está subiendo al fenómeno por FOMO y por querer pertenecer, hay mucha otra gente, adolescentes y jóvenes que estaban en sus primeros años de escuela cuando la banda se separó. 

A Oasis lo van a ver los nostálgicos que estaban cuando salió el primer disco, los late millennials que nacimos junto con Oasis y la Gen Z que, por recomendación de sus padres o por las bondades del algoritmo, tuvieron la suerte de escucharlos. 

Estamos en Octubre del 2024, ya pasaron casi dos meses del anuncio y ya hay dos supuestas fechas asignadas para tocar el año que viene en Buenos Aires. A los que todavía no se subieron, me gustaría decirles que no lo hagan. De esta manera me garantizo menos competencia en una fila virtual para sacar las entradas. Pero no puedo conmigo. Prefiero mil veces más compartir lo bueno que es Oasis y las canciones increíbles que hicieron que su vuelta sea tan celebrada. 

Puerta de entrada para Oasis:

OASIS 101 en Spotify
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