Me pasa que cuando entro en una librería, entro en una especie de crisis ansiosa. Quiero absolutamente todo y me abruma la cantidad de opciones. No sé cómo asegurarme de que he elegido bien, si estoy siguiendo lo que está de moda, el escritor del momento o qué cosas aprender sobre la actualidad y el futuro. Muchas veces, como resultado, salgo frustrado porque elegí mal, solo por la portada, o me dejo llevar por un vendedor.

Para que no nos pase esto, les dejo tres recomendaciones de distintos países, épocas y relatos, todos conectados por un hilo conductor: los momentos cotidianos que, aunque parecen simples, son inmensamente especiales. Casi siempre, lo sencillo es lo más épico de nuestras vidas.

La tregua (Mario Benedetti)  

Un clásico de clásicos en latinoamérica, nuestro querido escritor uruguayo nos trae la historia de Martín Santomé, un hombre viudo que está al borde de jubilarse y lleva años atrapado en la rutina. Todo cambia cuando conoce a Laura Avellaneda y, por un momento, siente que la vida (o Dios) le da una tregua. El autor pinta un panorama de cómo las personas nos acostumbramos a la monotonía, pero de repente llega algo (o alguien) que nos sacude, nos patea la jaula y nos muestra que todavía hay vida por vivir.  

Con un estilo sencillo pero profundo (muy de Benedetti), la novela te hace reflexionar sobre lo frágil que es la felicidad y lo rápido que puede desaparecer. Aunque tiene una vibra melancólica, también deja espacio para que conectemos con emociones humanas: el amor, la soledad y el paso del tiempo. Es romántica sin ser melosa, y tal vez con la cursilería necesaria, regalando frases preciosas como:

“La vida es eso que pasa mientras uno hace planes” y “Uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere”.

Bonsái (Alejandro Zambra)

Bonsái es una historia corta, del escritor chileno Alejandro Zambra, pero cargada de significado. Julio y Emilia, dos jóvenes, viven una relación intensa que gira en torno a la literatura. Sin embargo, la trama se centra más en cómo Julio recuerda y revive ese amor años después. Zambra maneja un estilo minimalista, sin adornos innecesarios, lo que le da un toque honesto y directo a la narración.  

El título, Bonsái, ya te da una pista de lo que encontrarás: algo pequeño pero lleno de vida, como esas relaciones que marcan un antes y un después en tu vida, aunque ya hayan pasado. Es una historia sobre cómo los recuerdos y la ficción se entrelazan cuando tratamos de dar sentido al amor y al pasado.  

Una de las virtudes de esta novela es su poderoso inicio. Si solo lees cómo empieza, querrás leerlo completo. Aquí les dejo su génesis:

"Al final, ella muere y él se queda solo, aunque en realidad se había quedado solo varios años antes de la muerte de ella, de Emilia. Pongamos que ella se llama o se llamaba Emilia y que él se llama, se llamaba y se sigue llamando Julio. Julio y Emilia. Al final, Emilia muere y Julio no muere. El resto es literatura."

 Papeles en el viento (Eduardo Sacheri)

Esta novela es puro fútbol y amistad. Después de que El Mono fallece, sus tres amigos Fernando, Mauricio y El Ruso inician una misión un poco alocada: tratar de recuperar el dinero que invirtió en un futbolista que prometía ser un crack, pero no llegó a nada. Sin embargo, más allá del fútbol, lo que mueve la historia es la amistad y cómo estos amigos lidian con el duelo y la vida adulta.  

Sacheri, el escritor argentino, tiene una forma de escribir muy cercana, casi como si estuvieras conversando con un amigo culto, elocuente y gracioso. La novela está llena de humor, momentos emotivos y ese cariño que solo los amigos de toda la vida pueden tener. A través de la narrativa, la historia nos habla de sueños rotos, promesas y lo que significa estar ahí para los tuyos cuando más lo necesitan.  

"En el fondo, el fútbol es una excusa. Siempre fue una excusa para estar juntos."

 Estas tres novelas, aunque diferentes entre sí, tienen algo en común: hablan de lo que pasa en la vida real, en esos momentos que parecen pequeños pero que, al final, son los que más nos marcan. “La tregua” te muestra que la felicidad es algo fugaz; “Bonsái” te hace reflexionar sobre cómo idealizamos los recuerdos y el amor; y “Papeles en el viento” te recuerda que la amistad es lo que nos sostiene cuando todo lo demás se tambalea. Tres historias que, de distintas formas, nos hacen conectar con lo más humano.