TH: ¿Cuánto tiempo llevás haciendo música y cómo empezó todo?

BELOVED: Hago música desde 2007, cuando estaba en sexto grado. Mi hermano mayor me presentó un software llamado Guitar Pro 5, que básicamente servía para crear y reproducir partituras en formato TAB, con una reproducción MIDI muy básica. Pero en lugar de usarlo para transcribir solos de guitarra, lo usé para recrear mis canciones favoritas de Muse y luego exportarlas en 8 bits para hacer canciones estilo chiptune (o 8-bit music, un estilo de música electrónica que imita audio de las consolas y computadoras antiguas, como la Nintendo) Fue ahí cuando realmente me enamoré de componer y crear música.

TH: ¿Qué te gustaría que las personas experimenten a través de tu arte?

Mi recuerdo más antiguo de conexión emocional con la música es de cuando tenía 7 años. Mi mamá me ponía a dormir y yo encendía nuestro CD favorito de música clásica en un reproductor portátil. Sentía cosas para las que ni siquiera tenía palabras (y probablemente tampoco la experiencia de vida suficiente como para entender esas emociones), y he estado persiguiendo esa sensación desde entonces. De vez en cuando, me topo con música nueva que despierta exactamente esa misma emoción, donde un sonido se convierte en el lenguaje de cosas que llevo profundamente en el corazón pero que no sé cómo expresar. Mi mayor deseo con mi arte es que alguien pueda experimentar eso a través de mi música.

TH: ¿Cuál es el concepto detrás del nuevo álbum?

El álbum presenta una narrativa bíblica integral: la caída de la humanidad como en el Jardín del Edén (Génesis 3), nuestra tendencia a rebelarnos contra la bondad de Dios, la muerte del yo, la redención y, finalmente, la esperanza escatológica que tenemos en Jesús. Pero en lugar de abordar este tema desde lejos y con un marco teológico, traté de expresarlo a un nivel muy personal. Algunas de estas canciones son una descripción poética de mi experiencia con la depresión como cristiano (y la disonancia que eso implica), mis constantes fracasos con pecados habituales y mi eventual catarsis al darme cuenta de que Él es fiel.

TH: ¿Tenías una idea general antes de comenzar o aparece después?

BELOVED: No tenía un plan definido para el concepto del álbum antes de trabajarlo, pero al comenzar a encuadrar mi experiencia con Dios a través de la música, noté el tema, casi como si estuviera tomando una foto de un evento y entendiendo su sentido después.

TH: ¿Cuáles son las influencias detrás del álbum — musicalmente, en las letras y visualmente?

BELOVED: En general, quería que la experiencia de escuchar este álbum fuera como envolverse en una manta cálida mientras estás afuera mirando un árbol hermoso en la frescura del día. Suelo trabajar desde la intuición y las emociones, así que muchas de mis sesiones de estudio son simplemente yo sentado en el escritorio dejando que la música fluya desde el corazón. Sonoramente, me han influenciado mucho artistas como Kevin Dailey (Garden Friend, Kylie Dailey), Radiohead y Bon Iver.

La portada del álbum fue un pequeño garabato que hice durante un estudio bíblico cuando debería haber estado prestando atención, pero terminó siendo la imagen principal del álbum, así que ahí lo tienes.

TH: ¿Qué consejo darías para crecer tanto espiritualmente como creativamente?

BELOVED: Antes pensaba que el crecimiento espiritual y el crecimiento creativo eran opuestos (y viceversa), pero ahora entiendo que están completamente unidos. No hay nada más fructífero que presentarse cada día ante el Señor para perderse en las Escrituras, dejar que te moldeen, te agarren y te transformen, y luego presentar tu corazón en oración para oír su voz y seguir su llamado—Él es nuestro Buen Pastor, y donde Él está, hay vida. Cuanto más permito que la bondad de su misericordia me transforme, más entiendo y recibo la libertad de sentir. El arte es simplemente el intento de atrapar lo inatrapable, ¡y lo Inatrapable vive dentro de nosotros! Me sostiene en sus brazos eternos, y ahí no tengo por qué avergonzarme de abrazar los movimientos profundos y ocultos de mi corazón.

BIO

Nací en Corea del Sur en 1996, donde aprendí a tocar mi primer instrumento: el violín. Luego me mudé a Estados Unidos en 2006, y fue entonces cuando comencé a aprender batería y a enseñarme guitarra y piano de forma autodidacta.

Actualmente vivo en Los Ángeles, California, con mi esposa y nuestro perro. Además de la música, también sirvo como pastor de jóvenes en una iglesia coreana local, ministrando a estudiantes de secundaria.

Cuando no estoy ocupado con el seminario o el ministerio (lo cual es MUY, MUY raro), me encanta salir a tomar café con mi esposa y manejar por ahí mientras escuchamos buena música.