Puede que nunca hayas escuchado de Charli XCX, pero esta artista viene del under. Desde los 14, en 2010, lanzó su primer álbum. Sí, 14. Y aunque no podemos decir que esa fue una obra maestra del pop, ya mostraba su talento y su visión clara de hacia dónde quería ir. Los más frikis del pop under ya la venían siguiendo desde hace tiempo. Charli viene de la movida rave británica, y su sonido evolucionó al hyperpop, un género que influenció toda su estética y sus últimos trabajos.

 La carrera de Charli es una fuente continua de música. Es increíble la cantidad de temas que lanzó en los últimos años. Aunque sus inicios estaban marcados por la cultura rave y los clubes nocturnos —una movida bastante under—, sus éxitos comerciales como Boom Clap y Fancy (sí, esa de Iggy Azalea) sonaron por todos lados. Pero no fue hasta este último año que Charli XCX se convirtió en un fenómeno global, sacudiendo incluso los números de Taylor Swift (tema aparte que vale la pena analizar).

BRAT, el nombre de su último álbum, es el lado opuesto a un movimiento llamado Demure, el cual representa la modestia y el refinamiento. En cambio, BRAT se centra en una postura desafiante y rebelde frente a las convenciones del pop y a las expectativas de la fama. Y el álbum juega con la ironía, explorando temas como los excesos, la fama y la obsesión con la autoimagen desde un lugar crítico y satírico.

BRAT es un estilo de vida caotico, rebelde y de fiesta. Para entender lo que trata de reunir se puede leer la letra de la canción Mean Girls:

This one's for all my mean girls
This one's for all my bad girls
This one's for all my break-your-boyfriend's-heart girls
For all my tearing-shit-apart girls

Yeah, it's 4 a.m. and she's out there
With the razor-sharp tongue stuck to skinny cigarettes
Calls him "Daddy" while she's fingering a gold cross
And she's kinda fucked up, but she's still in Vogue

Charli rompió los estándares de cómo "deberían" hacerse las cosas. La campaña de marketing para BRAT fue impresionante: un equipo especializado armó cada detalle, y nada fue al azar. Para algunos, la portada del álbum fue una decepción; para otros, una genialidad. Pero definitivamente no pasó desapercibido. Más que eso: BRAT se volvió un ícono visual y cultural para toda la Generación Z, con una estética pensada para explotar en redes sociales. Y funcionó.

Sumale a eso una vibra “dosmilera” —o Y2K—, ese sonido fuerte del hyperpop, las letras provocadoras, y la imagen de "chica mala" que sale de fiesta todas las noches. En este álbum, Charli no solo celebra ese estilo de vida al límite, sino que también muestra sus lados oscuros: adicciones, soledad, el vacío de la fama y la fragilidad de vivir bajo el escrutinio constante.

Escuchar BRAT es como un loop interminable. Esa sensación de estar en una fiesta sin fin, en la que todo a tu alrededor parece desmoronarse, pero seguís bailando como si nada. Es un caos en el que la luz y el brillo ocultan una oscuridad latente. BRAT cuestiona los estándares, celebra los excesos y, en su esencia, plantea preguntas profundas sobre temas como la identidad de género, la libertad, la maternidad y hasta la política. Su influencia ha sido tan fuerte que el álbum se convirtió en un concepto cultural: diseñadores lanzaron colecciones inspiradas en BRAT, políticos hicieron referencias, y el verde BRAT, ese tono inconfundible, se volvió tendencia.

BRAT vino a alimentar la ideolología de estos últimos tiempos, sirve como el removedor esencial para las bases que regirán la cultura en los próximos años. Por eso es un album que hay que prestarle atención, porque muchos artistas latinos sobre todo del pop, van a tener de referencia para sus futuras producciones y no solo a nivel estético sino también en el mensaje y la forma de plantearlo.

Al menos podríamos preguntarnos qué tan cómodo nos hace sentir ver a BRAT expandiéndose en tantas áreas, o por qué la nueva generación, la que va a dominar el mundo en los próximos años, abraza esta ideología con tanto entusiasmo. No deja de sorprender ver cómo el ser humano puede crear un arte que impacta así de fuerte. Podrá gustarte o no, pero la misma Charli dice en su letra 360: “Fui por mi propio camino y lo logré, soy tu referencia favorita, cariño… Yo marco el tono, es mi diseño y se queda en tu mente. Mi legado es indiscutible”. Y yo te dejo otra referencia, una que leí hace varios años pero que sigue pegando fuerte: “El arte y la cultura son un micrófono abierto que ha permanecido así por muchos años; nadie se animó a alzar la voz, hasta que un irreverente lo hizo, y así muchos otros como él se sumaron. Si no te gusta lo que está sonando en el micrófono, levantate y alzá la voz, porque el micrófono del arte y la cultura sigue abierto.”