Estar en un Tiny Desk no es un logro menor para un artista. En los 90s era MTV unplugged, hoy para nuestra generación diría que son los Tiny.

Por acá han pasado artistas de mucho renombre, entre ellos: Justin Bieber, Dua Lipa, Mac Miller, Sting y muchos más. De todos los estilos y para todos los gustos.

A los que nos gusta la música siempre estamos atentos a lo que sale. Es un buen espacio para encontrar nuevos artistas y también conocer otra faceta de los artistas que ya seguimos. Aparte de que la estética ya es icónica y cada artista prepara algo bien especial para la ocasión.

Conectado con esto, fue el turno de dos artistas argentinos que ya vienen con bastante repercusión en los últimos años. Paco y Ca7riel.

Su Tiny mezcla varios estilos con músicos altamente talentosos y mucha personalidad. No solo lo musical pero también su estética, outfits y todo lo que transmiten que fue valorado incluso por personas que no hablan español y no entienden del todo lo que cantan.

Funk, reggaeton, rock, trap y algo de jazz.
Mucho flow, mucho groove.

En lo personal, su propuesta siempre me pareció muy interesante. Un poco porque se diferencia de la mayoría de la escena urbana, tienen algo bien único, y con un tinte bizarro tanto en sus letras como en sus presentaciones.

También, siempre muy controversiales y acá va un poco el punto.

¿Cómo hacemos cuando algo a nivel artístico nos atrae mucho pero el mensaje/contenido no nos identifica? Creo que es necesario tres cosas, al menos a mi parecer.

1. Evitar la opinión simplista.
   Por ejemplo, en el caso del Tiny mencionado, no se puede negar que el contenido artístico es altísimo. Es entretenido y por supuesto genera placer escuchar algo así. También se valora que artistas latinos y en este caso argentinos lleguen a escenarios de este prestigio. Habla de que hay producciones de calidad que se pueden levantar como referentes para artistas emergentes.

   También el valor creativo. La calidad de las composiciones, del vestuario y la puesta en escena. Sirve saber que es lo que se está mirando y admirando.

   
   

   No creo que sirva caer en la condena simplista de descartar todo solo desde el prejuicio. Siempre es bueno evaluar y juzgar. Pero a la vez, no tener miedo de decir si algo no nos identifica o hace bien.
   
   

2. No ignorar lo que se nos propone.
   Si bien podemos reconocer dos lenguajes sucediendo al mismo tiempo (uno musical y otro hablado) no deberíamos ignorar la influencia que ambos pueden tener sobre nosotros.
   La música, si es alegre y en este caso muy ganchera, nos puede llevar a estados de alegría, emoción y diversión. Puede por supuesto generarnos un estado de satisfacción que nos lleve a querer y buscar más.
   
   

   Pero de la misma forma, las letras pueden imprimir en nosotros pensamientos errados y quizás dañinos ¿En qué sentido? Por ejemplo si las letras normalizan situaciones sexuales perversas o sobre consumo de drogas, uno puede banalizar y minimizar este tipo de prácticas.

   
   Por eso las artes son valiosas, porque desde el encanto que producen, pueden inclinar nuestra mente y corazón a situaciones no tan sanas o también buenas y edificantes.
   
   

3. Elegir consumir o no.

   Un peligro para los que nos gusta el arte, es fidelizar con artistas talentosos y atractivos creativamente pero que cargan un mensaje contrario y nocivo a nuestros valores. Este fanatismo ciego nos puede dejar en un lugar de vulnerabilidad y minimizar el impacto de la cosmovisión que se difunde detrás de la obra musical.

   
   Pasa mucho que en el afán de ser cool y estar detrás de las tendencias, que uno puede negociar o diluir sus principios. Ahí es donde no queremos llegar, porque tarde o temprano, las convicciones van siendo sutilmente golpeadas hasta debilitarse como un tronco que recibió miles de pequeños golpes hasta caer derribado.

   
   Elegir no consumir a veces es una decisión que puede parecer exagerada pero preserva la pureza de mente y corazón.

Tomo este Tiny desk por la repercusión que tuvo estas últimas semanas. En poco más de diez días lleva 3 millones de reproducciones y atrajo a oyentes de varios lugares del mundo. Entonces es innegable la calidad e influencia que tiene. Por eso, no queremos ignorar este tipo de acontecimientos. Proponermos escucharlos, revisarlos y tener una mente que piensa y cuestiona, que sabe separar y de ser necesario, rechazar o abstenerse de ciertas tendencias.

Acá la versión sin vocals:

Ca7riel & Paco Amoroso: Tiny Desk Concert (NO VOCALS / only music)