Si hablamos de una obra sobre David, aquel pastor y rey de Israel, quizás piensas en una escultura famosísima. Pero hoy no quiero hablarte del David de Miguel Angel, quiero contarte de un escultor, arquitecto y pintor italiano considerado su sucesor. Bernini (1598 – 1680) Él tenía la habilidad de crear escenas llenas de dinamismo, lograba transmitir emociones, sentimientos y contar historias por medio de sus esculturas. Acercó la obra al espectador, haciéndolo partícipe de la acción. Sus esculturas son novedosas, abarcan la forma y el espacio.

Ahora sí, vamos al David de Bernini, el escultor eligió representar a David en un momento clave. David gira su cuerpo, toma impulso y está listo para soltar la honda. ¿Puede haber un momento más clave que este? La escultura muestra la tensión del movimiento y de la escena en general, su composición irradia energía, sólo debes verla para deducir qué momento continua. David aparece con el ceño fruncido, concentrado en su labor.

La obra de Bernini hace que el espectador deba dar la vuelta alrededor de la escultura para apreciar y tener un sentido completo de la obra. Además de esto Bernini juega con la luz ya que al tener tanto movimiento y variedad en las formas crea sensaciones de claro y oscuro, de profundidad, algo típico del momento en que realizó la obra.

La representación de David, es un tema recurrente en la historia del Arte por esto tenemos varias versiones aunque algunas no son tan conocidas. Aquí nombramos dos, la de Miguel Ángel y la de Bernini ¿Por qué elegí hablar de Bernini y no de Miguel Angel?
Uno: por el dinamismo de la obra, la capacidad de transmitir emoción y lograr representar un momento significativo de una forma tan bella.
Dos: a diferencia del David de Miguel Ángel que nos muestra un David en victoria, acá vemos un David en proceso, en tensión, en acción. Poniendo todo su empeño en dar un paso de fe. David no se detuvo a causa del gigante sino puso todo su empeño, dinamismo y acción en el paso que debía dar.

Artista: Gian Lorenzo Bernini
Ubicación: Museo Borghese, Italia
Fecha de creación: 1623–1624
Material: Mármol

El David de Bernini, es una excelente representación de su obra, emana movimiento, invita al espectador a participar e involucrarse con la obra y transmite la emoción de la escena. Esta escultura evidencia el talento del artista para transformar mármol en una pieza llena de sentido, dinamismo y emoción. Destacando su capacidad de hacer que el arte cobre vida ante nuestros ojos.

¿La conocías?