Alguna vez, leyendo a Nietzsche, conocí una frase excelente, la cual decía: “Escribir mejor significa a su vez pensar mejor”. Todo lo que escribimos es producto de lo que pensamos. Entonces, a la hora de escribir, es necesario que tengamos en cuenta, como punto inicial y básico, los elementos de la comunicación. El escritor es un comunicador, un emisor, alguien que tiene algo para decir (en nuestro caso, muchas veces de parte de Dios, lo cual deposita en nosotros un tremendo sentido de responsabilidad).

Ahora bien, debemos entender que en nuestra intención como escritores debemos ser claros, concisos y procurar siempre no poner demasiados filtros entre el comunicador y los receptores del comunicado. Cuanto más filtros hay, cuantas más barreras levantamos, menos recepción habrá en el mensaje. Debemos tener siempre en claro cuál es nuestro público, nuestro objetivo y nuestro target a la hora de escribir un mensaje.

Es una muy mala estrategia, una pérdida de tiempo (y muchas veces de dinero también) escribir desconociendo a quién te dirigís y a su vez un grave error que no pienses en si estás poniendo demasiado filtros para ese público que te queres dirigir. Se puede ser simple y profundo a la vez; también podés estar contento de tu complejidad a la hora de escribir pero nadie te entiende (¡y esto también es vanidad!). Jesús, según he escuchado por ahí por expertos en la comunicación, fue el mayor comunicador y había varias razones para creer esto:

●  Expresaba sus ideas de manera práctica y concisa. Sin extenderse demasiado.

●  Su pensamiento era accesible a todos (nada que ver, por ejemplo, con los filósofos griegos, quienes despreciaban a quienes no alcanzaban la complejidad de sus mensajes).

●  Utilizaba parábolas (Jesus, el primer storyteller) que el público al que se dirigía le resultaba cotidiano.

●  Hablaba exactamente lo que el Padre le guiaba (lejano de toda vanidad o basado en opiniones propias).

Todas estas características de Jesús como comunicador, deberiamos poder traducirlas a nosotros como escritores. Atrevámonos a escribir y perpetuar en papel lo que Dios susurra a nuestro corazón.

Personalmente, teniendo experiencias de casi veinte años escribiendo, pondría como prioridad los siguientes tips a la hora de escribir:

●  Buscá siempre, en primer lugar, la inspiración de Dios.

●  Tené un lugar tranquilo donde escribir, sin interrupciones constantes (Ojo con tener el celular al lado).

●  Tratá de tener claro el mensaje que querés dejar y cuál es tu público. ●  No fuerces las cosas a la hora de escribir; aguardá por la inspiracion porque va a llegar (tengo escritos demorados hace varios años y otros surgen de la noche a la mañana). ●  Guardá tus escritos en varios dispositivos (Drive, compu, celu, etc.).