Leonardo da Vinci dijo que “el aprendizaje nunca agota la mente” y concuerdo con él.
Todo lo que se quiera aprender conlleva un proceso, pero eso no es un motivo de agotamiento mental, al contrario, nos brinda recursos, herramientas y una apertura mental que no imaginamos tener.

Se suele decir que los niños son como esponjas que absorben todo conocimiento que se les brinde, más si tiene que ver con lo que les gusta. Según el sitio de la BBC, la edad promedio para iniciar el aprendizaje de un nuevo idioma con fluidez ronda los 10 años y no es casual que esto comience por placer. De hecho, Piaget menciona que entre los 7 y los 12 años se desarrolla la denominada etapa de operaciones concretas y es en esta etapa en la que la persona comienza a desarrollar una comprensión más avanzada de las relaciones causa-efecto, la lógica y la conservación de objetos.

¿Por qué estoy mencionando esto? Porque me parece relevante saber cuándo una persona es más propensa a aprender con facilidad un nuevo idioma. A veces cuesta que un niño pueda comprender ciertos tiempos verbales en un idioma extranjero cuando en su idioma nativo no los ha llegado a ver, pero resulta más que sorprendente verlo relacionar ambos idiomas y tener la facilidad de adaptarse más que un adulto. Esto no quiere decir que los adultos no tengan esa capacidad, sino que tal vez le tome un poco más de tiempo llegar a la meta propuesta, pero sabemos que nada es imposible.

Cabe destacar que aprender un nuevo idioma (sea cual sea) trae beneficios a la vida de una persona, acá desarrollo dos.

• Capacidad de socializar:
  Pensemos en unas vacaciones, en cualquier país hay épocas turísticas y no siempre vamos a relacionarnos con quienes vamos, tenemos que ir de compras o dar paseos

  y qué mejor beneficio que poder relacionarse con otras personas.
  
  El idioma nos permite no solo comprender al otro sino también dejarse conocer, compartir lo propio y crear nuevos lazos. Un idioma nos permite literalmente acceder a cientas de personas nuevas, a experiencias sociales significativas que enriquecen nuestra cosmovisión del mundo.
  
  

•  Mejores puestos laborales o posibilidades académicas:
  Esto puede ser algo clave en la juventud, en la era de la comunicación y de la exportación cada vez se necesitan más personas que puedan realizar tareas vinculadas con los idiomas. Ya sea para comunicarse con algún cliente como para redactar contratos o cerrar negocios de importación o exportación.
  
  

  Incluso dentro de nuestra profesión u oficio, con un nuevo idioma podemos encontrar oportunidades similares en otros países con mejor remuneración. Esto nos da un mejor posicionamiento a la hora de brindar nuestros servicios, y encontrar puestos que se adapten al estilo de vida que buscamos.
  
  Otra cuestión importante es que otro idioma suele abrir la puerta a intercambios que no se relacionan netamente con el aprendizaje del mismo, sino con el conocimiento de otras culturas y le permite ver la vida con otros ojos. Intercambios laborales o académicos que más allá del título o dinero que podamos obtener, nos dan una perspectiva más amplia del mundo y su diversidad.

Los idiomas abren múltiples puertas y es necesario saber que no siempre va a ser tan aburrido el aprendizaje, claro que la gramática va a ser un poco tediosa, pero cuando se logran diferenciar las estructuras gramaticales en lo que se ve, se escucha o se consume resulta más llevadero. Por ejemplo, se puede comenzar con música y leer la letra de una canción, buscar palabras desconocidas y así lograr asimilar ciertos contenidos. También se entrena el oído mediante las series que al principio pueden tener un subtítulo en el idioma nativo y luego en el idioma que se desee aprender, se puede asistir a encuentros en los que se practiquen idiomas (hay que asegurarse de que va a haber alguien con quien practicar si es un idioma no tan convencional) o las pueden organizar con amigos en diferentes lugares y tal vez se termina viralizando.

Las posibilidades de poner en práctica un idioma nuevo son infinitas y eso hace que cada día haya más personas de todas las edades dispuestas a aprender y a disfrutar de sus beneficios como estilo de vida.

Si estás con dudas, este tal vez sea el empujoncito que necesitás para comenzar a estudiar un nuevo idioma que te va a permitir desarrollar un poco más tus capacidades cognitivas, además de darte otros beneficios a nivel personal, ¿Aceptás el desafío?